Las uvas son versátiles. Se pueden comer como helados, frías o calientes, hacer mermeladas, zumos o vinos con ellas, o secarlas para tener uvas pasas. Se pueden elegir las uvas de entre más de 50 variedades.
Hay uvas con o sin semillas, e incluso se pueden elegir entre varios colores: Negras, azules, rojas, verdes, moradas, blancas o doradas. Sea cual sea la variedad de uvas que elijas, será una fruta refrescante y nutritiva.
Vitamina K
Una ración de uvas de un tamaño similar a una taza, contiene el 28 por ciento de tus necesidades diarias de vitamina K. La vitamina K es necesaria para la coagulación de la sangre y también puede ayudar a fortalecer los huesos. Es soluble en grasa y se puede almacenar en los tejidos grasos del cuerpo. Dado que la vitamina K puede interferir con los medicamentos anticoagulantes, si se está tomando warfarina, se debe regular la cantidad de vitamina K que se ingiere. Una simple ración de uvas seguramente no causará ningún problema, a menos que la vitamina K también se esté consumiendo por otras fuentes.
Vitamina C
Una taza de uvas también contiene un 27 por ciento de la cantidad diaria necesaria de vitamina C. Tu cuerpo no puede producir o almacenar la vitamina C, que es una vitamina soluble en agua y cualquier cantidad extra sale del cuerpo por la orina. Por lo tanto, se necesita un suministro constante de esta vitamina para las funciones del sistema inmunológico, la cicatrización de heridas, la absorción del hierro y el mantenimiento de huesos y dientes. La vitamina C es también un antioxidante, que te protege de los radicales libres que hay en las toxinas ambientales y de los que se producen cuando el cuerpo transforma alimentos en energía. Según algunos estudios médicos, los radicales libres contribuyen al proceso de envejecimiento y generan enfermedades como el cáncer, las enfermedades del corazón y la artritis.
Vitamina B
Las uvas contienen varias vitaminas del grupo B. Una porción aporta el 7 por ciento de la tiamina diaria y el 6 por ciento tanto de riboflavina como de vitamina B6. Las vitaminas B ayudan a convertir los carbohidratos en energía y mantienen los niveles de azúcar en sangre. También ayudan en la formación de células rojas de la sangre y en la prevención de la anemia. Al igual que la vitamina C, las vitaminas del grupo B también son solubles en agua (hidrosolubles), por lo que es necesario reponerlas todos los días.
Vitamina A
En una ración de uvas también se encuentra una pequeña cantidad de una vitamina antioxidante que es soluble en grasa, la vitamina A. Contiene un 2 por ciento de las necesidades diarias. La vitamina A es necesaria para la visión, el crecimiento óseo, la reproducción, la regulación del sistema inmune y para las funciones celulares. Los carotenoides son la forma de vitamina A que se encuentra en plantas, siendo el beta-caroteno el más conocido de éstos.
Vitamina E
Una ración de uvas (una taza) proporciona sólo el 1 por ciento de la cantidad diaria de vitamina E, que es otro antioxidante soluble en grasa.
También estimula el sistema inmunológico, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evita que la sangre se coagule dentro de ellos.
La vitamina E también permite a las células interactuar para desempeñar sus funciones.